sábado, 13 de febrero de 2010

Pietà

El dolor que la Madre de Jesucristo siente ante la pasión de su hijo ha sido motivo recurrente de representación artística a lo largo de los siglos.

El momento que con mayor frecuencia se ha venido plasmando es aquel en el que la Virgen sostiene el cuerpo de su hijo muerto, composición que ha venido a denominarse como Pietà.

Pietà es una palabra italiana que se deriva de la palabra latina pio, que significa piadoso. Sin embargo, La Piedad, aplicada al conjunto artístico que componen María y Jesús no significa que se trate de una acción piadosa, sino de un momento de dolor y aflicción.
La Piedad de Miguel Ángel es sin lugar a dudas la más conocida. Esta obra renacentista destaca por la armonía, el sosiego, la belleza y juventud de madre e hijo, y ante todo por su perfección técnica.

Esta Pietà inspirará numerosas obras de arte posteriores, que plasmarán en unos casos el dolor de María por la muerte de su hijo, y en otros servirá como modelo de reivindicación del dolor de distintos personajes, icono en crítica social, etc.

Veamos a continuación algunos ejemplos:


Pietà o Revolución nocturna, Max Ernst, 1923
Óleo sobre lienzo 116 x 89 cm. Tate Gallery, Londres.

Las obras del surrealista Max Ernst (1891-1976) "transmiten la sensación de estar viendo algo ya conocido pero que representa algo desconocido y que no se atiene a interpretaciones lógicas. Esto produce una gran confusión en el espectador, al encontrarse frente a una serie de objetos perfectamente reales y reconocibles aisladamente, pero que combinados pierden su significación lógica y nos muestran una nueva realidad difícil de interpretar, pues son situaciones que jamás se podrían dar en la realidad”


Piedad, Baldomero Romero Ressendi

Puede considerarse a Baldomero Romero (1922–1977) como el último gran talento de la historia de la pintura sevillana.
En sus bodegones y retratos; en sus obras de temática religiosa y taurina; en sus escenas circenses o de gitanos, distribuidas en su mayoría en colecciones privadas; reveló un excepcional talento artístico.
Se manifestó dentro de los márgenes de un expresionismo de herencia barroca. Configuró un mundo de formas y conceptos que rezumaban sensaciones violentas y amenazantes, subrayadas por tonos cromáticos macilentos y apagados que reforzaban el sentido patético de sus escenas, como se advierte en esta Piedad. Admirador de Valdés Leal, Rembrandt y Goya, de donde obtuvo diferentes registros expresivos que oscilan del sentimiento melancólico y trágico de la vida a la visión escatológica y deforme de los seres humanos en sus aspectos exteriores y de los sentimientos que albergan en sus ánimas.



Pietà, Roy De Maistre, 1950
Óleo sobre lienzo, 152 x 114 cm. Tate Britain, London

Roy de Maistre (1894-1968) fue un artista australiano destacado por su experimentación en la iniciativa color-música. Así mismo está considerado como el primer artista australiano en utilizar la abstracción pura.
Sus últimos trabajos fueron pintados en un estilo figurativo influido en general por el cubismo, desarrollando una temática religiosa, muestra de ello es esta Pietà.


Piedad, Javier Clavo, 1964
Óleo sobre lienzo. 140 x 140 cm.

Javier Clavo (1918- ) pintor y escultor de formación autodidacta. Influenciado por Picasso; aprende de Goya y El Greco, su pincelada, y su uso del color, como observamos en esta Piedad.
Creador ecléctico, considera la libertad a la hora de enfrentarse a la tela, como principio máximo. Él mismo manifestaba: "Me rebelo contra la palabra academia y disciplina artística"


Eco ecológico, La Pietà, Salvador Dalí, 1982
Óleo sobre lienzo. 100x100 cm. Fundación Gala-Salvador Dalí. Figueras.

Salvador Dalí (1904-1989) pintor, escultor, diseñador de joyería así como de escenografías y vestuarios teatrales; ilustrador, escritor, colaborador en la dirección de películas…
Su técnica pictórica se caracteriza por un dibujo meticuloso, una minuciosidad casi fotográfica en el tratamiento de los detalles, con un colorido muy brillante y luminoso. Sus últimas obras, a menudo de contenido religioso, poseen un estilo más clásico, como apreciamos en esta Piedad que incluye un mensaje ecológico.


Crisis on infinite earths #7 Oct. 1985

Tampoco el cómic escapa a la influencia clásica como muestra esta portada de Crisis en Tierras infinitas, título con el que fue traducida en España esta serie limitada de 12 comic-books. Publicada en 1985 por la editorial DC, con guión de Marv Wolfman y dibujado por George Pérez, Dick Giordano y Jerry Ordway, fue el primer gran crossover del género de superhéroes, al incluir a prácticamente todos los personajes que la editorial tenía hasta entonces.


Pietà, Marina Abramovic, 1993.
Color Cibachrome 178,8 x 178,8 cm. Fundación Telefónica. Madrid.

Las performances de Marina (1946-) resultan de una serie de experimentos que pretenden identificar y definir los límites en el control sobre su cuerpo; la relación entre el público con la performer; el arte y los códigos que gobiernan la sociedad. A través del arte busca descubrir un método que haga a la gente más libre.
Pietà muestra un momento puntual dentro de la performance Anima Mundi. La imagen reinterpreta este gran motivo de la cristiandad, entroncando a su vez con la historia del arte. En la fotografía la artista se presenta acogiendo en sus brazos a Ulay, (quien fuera su acompañante durante un largo período de tiempo) que deja caer el peso de su cuerpo sobre el regazo de Abramovic dibujando una "M".
Tomando un esquema visual heredado de la tradición cristiana, la artista organiza una impactante coreografía visual sobre los sentimientos humanos.



Millennium Pietà, Michael Berube, 1999
Óleo sobre lienzo, 36 x 36 cm.

Berube explica: ”En mi trabajo uso la figura como herramienta para expresar un diálogo interno. Un diálogo que a veces es consciente y definido y, a veces completamente inconsciente. Soy inexcusablemente narrativo-simbolista. He elegido una narración simbolista basada en mi sentido de que el arte tiene que restablecer su contacto con el individuo y dejar que el individuo encuentre una identificación con el trabajo basado en sus experiencias de vida y sentimientos, más que como un ejercicio puramente intelectual. Mi intención es que la narrativa no sea absoluta y asumir que la propia vida una vez que ha pasado de las manos a la vista del público, debe traer a la obra una fuerte conexión con mi sentido de quién soy y donde estoy emocional y psicológicamente en el momento de la creación de cada pieza. Creo que la suma de la creación y de todas y cada una de las respuestas a la obra, es la obra. La primera parte dentro de mi control y la segunda completamente fuera.”
De esta forma al contemplar su Millennium Pietà, con nuestra respuesta según nuestra experiencia completamos la obra.

Pietà, Arnulf Rainer, 2000
Óleo sobre tabla 64 x 50 cm. Sammlung J. Hummel, Vienna

Arnulf Rainer (1929- ) es un pintor austríaco reconocido internacionalmente por su arte informal abstracto.
Rainer recibió la influencia del surrealismo para después de 1954, evolucionar hacia la destrucción de las formas, con ennegrecimientos, repintados y enmascaramiento de ilustraciones y fotografías, como en esta Pietà, en la que se adivinan los rostros de Madre e hijo bajo la pintura que las enmascara.






Pietà, Sam Taylor-Wood, 2001

Sam Taylor-Wood (1967- ) es una artista contemporánea especializada en fotografía y vídeo.
Pietà es una proyección de vídeo que muestra a la artista que lucha por mantener al actor Robert Downey Jr. en la postura de la muerte de Cristo.
La emoción y el sufrimiento físico se convierten en protagonistas. La Pietà se muestra como un icono de agotamiento y angustia.














Campaña publicitaria Kookaï, 2001

En la iconografía contemporánea, el acento está puesto en la figura del hombre caído. La Piedad sirve para reflejar este hecho: repartidores de pizza, bailarines o amantes furtivos aparecieron en la campaña de la marca de ropa y accesorios juveniles Kookaï, vencidos en brazos de las protagonistas. En estas fotografías Cristo se hace carne sufriente del anónimo hombre del siglo XX.


Pietà, Rini Hurkmans 2003
Nº 6 122 x 170 cm. Impresión en gelatina de plata.

La producción de Rini Hurkmans (1954- ) abarca pintura, fotografía, video o instalación.
En 1993 inició una serie de fotografías en blanco y negro, denominada Pietà.
En cada nueva Piedad, la artista aparece en diferentes espacios portando distintos materiales sobre su regazo. Las formas que Hurkmans sostiene suponen un elemento de misterio que simboliza lo distorsionado las emociones humanas.


Pietà, John Emerson, 2004

Diseño creado para una serie de carteles distribuidos con motivo de la Convención Nacional Republicana en Nueva York, mientras se desarrollaba la guerra en Irak. La estatua de la Libertad es en este caso la madre que pierde a sus hijos asesinados.



Pietà, Guerra de la paz, 2005
Técnica mixta. 168 x 140 x 21 cm.


Neraldo de la Paz y Alain Guerra conforman el equipo de Miami Guerra de la Paz. Realizan fotografías, esculturas e instalaciones empleando en la mayoría de ellas ropa no deseada que se desecha. La pieza Pietà muestra la tragedia de la guerra empleando para ello ropa de camuflaje.




Pietà, Matt Johnson, 2006
Bronce 162 x 147 x 101 cm.

Matt Johnson emplea materiales eternos en la exploración del amor, la muerte y la cultura. Su Piedad presenta un Cristo inerte en brazos de su madre congelados en bronce.



Pietà con Courtney Love, David Lachapelle, 2006
233 x 183 cm.

Lachapelle (1963- ) fotógrafo y director estadounidense, cuyo trabajo se caracteriza por presentar imágenes surrealistas y grotescamente glamourosas.
En esta Pietà de LaChapelle nuevos modelos sustituyen a los personajes bíblicos. El lugar de la Virgen puede ser ocupado por una viuda, una madre o cualquier individuo que afronte una situación similar y, de la misma forma, el sitio de Jesús, puede estar representado por un hijo, un esposo o por una víctima de sobredosis o de cualquier otro extravío.

martes, 9 de febrero de 2010

Dolor y arte: Frida Kahlo

Frida Kahlo (1907-1954), pintora mexicana que realizó principalmente autorretratos, en los que utilizaba una fantasía y un estilo inspirados en el arte popular de su país.
A los 16 años resultó gravemente herida en un accidente de camión y comenzó a pintar durante su recuperación.
Tres años más tarde le llevó a Diego Rivera algunos de sus primeros cuadros para que los viera y éste la animó a continuar pintando. En 1929 se casaron.
Influida por la obra de su marido, adoptó el empleo de zonas de color amplias y sencillas plasmadas en un estilo deliberadamente ingenuo. Al igual que Rivera, quería que su obra fuera una afirmación de su identidad mexicana y por ello recurría con frecuencia a técnicas y temas extraídos del folclore y del arte popular de su país.
Más adelante, la inclusión de elementos fantásticos, claramente introspectivos, la libre utilización del espacio pictórico y la yuxtaposición de objetos incongruentes realzaron el impacto de su obra, que llegó a ser relacionada con el movimiento surrealista.
Sus cuadros representan fundamentalmente su experiencia personal: los aspectos dolorosos de su vida, que transcurrió en gran parte postrada en una cama, son narrados a través de una imaginería gráfica. Comentamos algunas de sus obras más destacadas.

El 17 de septiembre de 1925, Frida sufre el accidente que le cambió la vida. Un año después, ella hizo el boceto El accidente en el estilo tradicional de las pinturas religiosas o ex-voto mexicanas. Tradicionalmente, estas pinturas son ejecutadas sobre láminas de hojalatas y retratan la escena en la que ocurre un hecho milagroso. El milagro ocurrido en este boceto es que Frida no murió. Una de las características de ex-voto es que la escena es descrita de manera doble, en dibujo y palabras. Muchas de las pinturas de Frida incorporarán elementos del estilo del ex-voto.

Mi nacimiento (1932) recuerda a la diosa precolombina, Tlazolteoltl. Kahlo no desvela la expresión de la parturienta,
a la que cubre con una sábana como si estuviera muerta. Es la expresión máxima de la reencarnación, de la perpetuación de la vida: un cuerpo inerte que da a luz. La muerte de su madre coincidió con la realización de este lienzo y, quizá conmocionada por el suceso tapó el rostro a su madre con una sábana de la misma manera que se cubre a los difuntos.

Expresa la desintegración de su cuerpo y el terrible sufrimiento que padeció en obras como La columna rota (1944) en la que aparece con un aparato ortopédico de metal y con el cuerpo abierto mostrando una columna rota en lugar de la columna vertebral. Sin esperanza (1945), El venado herido (1946) o El árbol de la esperanza (1946) son otros ejemplos que muestran el dolor de Frida.

Su dolor ante la imposibilidad de tener hijos lo plasma en Hospital Henry Ford (1932) en la que se ve a un bebé y varios objetos, como un hueso pélvico y una máquina, diseminados alrededor de una cama de hospital donde yace mientras sufre un aborto.

Con toques de humor realiza Unos cuantos piquetitos (1935) Está inspirado por el asesinato de una mujer a manos de su novio quien, borracho, la apuñaló veinte veces. Al comparecer ante el juez, en su defensa arguyó que sólo le había dado «unos cuantos piquetitos». Kahlo ensancha la escena hasta el marco, sobrepasando el límite de la pintura.

El transcurrir del matrimonio no fue nunca fácil para Frida y Diego. Ella era su chicuita y él su príncipe sapo, sin embargo los problemas siempre estuvieron presentes. Esta relación tormentosa y apasionada sobrevivió infidelidades, la presión de sus carreras, el divorcio, una segunda boda, los asuntos amorosos lésbicos de Frida, su mala salud y su incapacidad de tener niños. Varias obras mostrarán el dolor que esta relación producía en Frida.

Las dos Fridas (1939) fue realizada en la etapa en la que ella se divorcia de Diego, entre 1939-40. Se trata de un doble autorretrato en el que la artista expresa sus sentimientos en esos momentos. La Frida de la izquierda es la que no quiere más a Diego. Vestida al estilo europeo, con el corazón desgarrado, unas tijeras en la mano dando a entender que ha roto la unión con Rivera; el vestido manchado de sangre, recuerdo de las operaciones quirúrgicas, abortos, etc. La Frida de la derecha ataviada con el traje tradicional mexicano, el corazón completo y un retrato en miniatura de Diego en la mano, es la Frida todavía enamorada.

Las infidelidades de Diego y el deseo de Frida de poseerlo en exclusiva se reflejan en Autorretrato como Tehuana o también conocido como Diego en mis pensamientos (1943). La miniatura del retrato de Diego en su propia frente indica el amor obsesivo que Frida sentía por el pintor de frescos…él está constantemente en su pensamientos.

El autorretrato Diego y yo (1949) realizado en el momento en el que corrió el rumor de que Diego intentaba casarse con la estrella de cine, María Félix, con quien mantenía un romance. A pesar de que nada de esto resultó, Frida terminó profundamente herida. Aparece triste, las lágrimas resbalan por sus mejillas, su cabello (que tanto admiraba su esposo) está enredado alrededor de su cuello sugiriendo que la situación la está estrangulando.

Autorretrato con el retrato de Diego en el pecho y María Félix entre las cejas (1954) es el último autorretrato de Frida. Después de 1951, Frida sufría dolores tan fuertes que ya no era capaz de trabajar sin tomar sedantes…a veces con alcohol. Su medicación, cada vez más fuerte, podría ser la razón de que sus pinceladas cada vez eran menos precisas, las capas de pintura más gruesa, en contraste con el preciso detalle de sus cuadros anteriores. En la obra trata de nuevo la infidelidad de su esposo empleando en este caso el humor como medio de afrontar el dolor que la situación le producía.

Durante su vida, Frida creó unas 200 pinturas, dibujos y esbozos relacionados con las experiencias de su vida, dolor físico y emocional y su turbulenta relación con Diego. Ella pintó 143 pinturas, 55 de las cuales son autorretratos. Cuando le preguntaban por qué pintaba tantos autorretratos, Frida contestaba: "Porque estoy sola tan a menudo, que soy la persona que conozco mejor".

Kahlo pintaba para vivir, para soportar el sufrimiento, la tristeza y el dolor que le persiguieron durante su corta existencia.

viernes, 5 de febrero de 2010

Gina Pane

Gina Pane (Biarritz,1939 - París,1990) está considerada una de las artistas más significativas del body art.
Su apellido, Pane (dolor en inglés) suponía toda una declaración de intenciones.
A finales de los años 60, Gina Pane inició una serie de intervenciones solitarias en el paisaje que confrontaban su cuerpo con la naturaleza.
A partir de 1971, se expuso ante el público dibujando sobre su piel pequeñas heridas que, junto a la utilización de los más diversos materiales alegóricos -fuego, leche, carne, espinas...-, trataban los temas de la muerte, la indiferencia de la sociedad, el dolor, los alimentos y la problemática femenina.
En estas acciones, la herida se convertía en elemento de reflexión sobre el dolor y la capacidad del cuerpo humano para expresar los sentimientos más profundos.
A partir de 1984 profundizó en los mismos temas con trabajos escultóricos, que mostraban un desplazamiento del estudio de su cuerpo hacia los cuerpos de santos de la tradición cristiana, en su perseverante búsqueda de lo sagrado, que demostró en los últimos años de su vida.
De la auto-herida pasó a lacerar los materiales escultóricos: hierro, cobre, latón o cristal. El mismo discurso bajo una lectura mística que anticipará su muerte.


ALGUNAS OBRAS:

Escalade non anesthesiée, 1970.
Pane asciende con los pies desnudos por una escalera metálica en la que los escalones están llenos de acerados dientes. Al apoyar las palmas de las manos y las plantas de los pies estos sangran. Cuanto mayor fuerza hace para ascender más se clavan las puntas de acero en su piel y mayor es el dolor. “Denominé la acción “Escalade non anesthesiée” para protestar contra un mundo en el que todo está anestesiado. La guerra del Vietnam continuaba y mi obra tuvo una clara dimensión política”

Acción sentimental, 1973
Gina se corta la palma de la mano izquierda con una cuchilla de afeitar y deja que su sangre, al manar, resbale entre los dedos. En todas las acciones se encuentra elementos contradictorios que pueden significar vida o muerte. Al juntarlos Gina Pane intenta enfrentarse al temor de la muerte y encontrar un sentido a la existencia. A través de las incisiones denota desinterés por los conceptos de belleza y perfección corporal vigentes.

Psyché, 1974.
Se hace una herida en cruz sobre el vientre. El ombligo se convierte en el punto central. Nos recuerda el carácter procreador del vientre femenino (el ombligo es el punto de unión de madre e hijo y la fuente de alimento del hijo). Las heridas con forma de cruz cristiana, ponen de manifiesto el interés que tenía la artista por la religión. Gina Pane cree en Dios, dice que ”Dios es obligatoriamente algo que está muy presente”