La enfermedad, alteración más o menos grave de la salud, ha sido motivo de representación especialmente pictórica. Vemos a continuación algunos ejemplos en los que muestran cómo el dolor físico también puede acarrear el dolor emocional.
El dolor físico y psíquico se aprecia en los rostros de los protagonistas pero también en el de los seres queridos que los acompañan y atienden. Enfermos y convalecientes mostrando su dolor han sido modelos recurrentes a lo largo de la historia de la pintura.

Baco enfermo, Caravaggio, 1593-94 Óleo sobre lienzo, 67 x 53 cm.
El niño enfermo, Gabriel Metsu, 1660, Óleo sobre lienzo, 32 x 27 cm.
Convaleciente, Sir John Everett Millais, Óleo sobre lienzo, 78,8 x 64 cm.

El convaleciente, Charles Auguste Émile Duran, 1860, Óleo sobre lienzo, 99 x 126 cm.

Convaleciente, Degas, 1872-77, Óleo sobre lienzo, 65 x 47 cm.

Niña enferma, Christian Krohg, 1880, Óleo sobre lienzo

El niño moribundo, Hans Heyerdahl, 1881, Óleo sobre lienzo

La niña enferma, Munch, 1885, Óleo sobre lienzo, 119,5 x 118,5 cm.
El niño enfermo, Arturo Michelena, Óleo sobre lienzo, 1886, 80 x 85 cm.

Primavera, Munch, 1889, Óleo sobre lienzo, 169 x 263,5 cm.
Ciencia y caridad, Picasso, 1897, Óleo sobre lienzo, 197 x 249'5 cm.
El doctor, Sir Samuel Luke Fildes, 1891, Óleo sobre lienzo, 166 x 241 cm.
La muchacha enferma, Félix Vallotton, 1892, Óleo sobre lienzo, 70 x 100 cm.
Convaleciente en el jardin, Tissot, 1896, Óleo sobre lienzo

El niño enfermo, Pedro Lira, 1902, Óleo sobre lienzo, 102 x 137 cm.

Convaleciente, Hale, 1906, Óleo sobre lienzo
María enferma, Sorolla, 1907, Óleo sobre lienzo, 61 x 91 cm.
Convaleciente, Gwen John, 1918, Óleo sobre lienzo, 33,7 x 25,4 cm.
El niño enfermo, Dalí, 1921, Óleo y aguada sobre cartón, 57 x 51 cm.
La convaleciente, María Blanchard, 1930-32, Pastel, 100 x 73 cm.

Autorretrato Rojo, Utermohlen, 1996, 46,5 x 33 cm.
La convaleciente, Joan Abelló i Prat, Óleo sobre lienzo, 116 x 81 cm.
Dolor agudo, Baruch Elron