lunes, 18 de enero de 2010

El circo de la Mariposa, dirigido por Joshua Weigel






"Un circo pequeño en plena depresión americana encuentra a un joven sin extremidades que participaba en una exhibición de rarezas. El director del circo y el valor del joven logran que éste descubra su auténtica dignidad como persona"


Este corto tiene claras similitudes con la película de Tod Browning, Freaks. El ambiente circense inicial, la exhibición de personas como fenómenos excepcionales, como monstruos, es común con la cinta de Browning.




La mujer barbuda, dos mujeres unidas en un solo cuerpo, la mujer con un peso extraordinario... y el hombre sin extremidades, Will, que se convierte en el protagonista de la historia se exhiben en el primer circo que aparece esta historia.

Somos testigos del desprecio de algunos espectadores, de las burlas y humillaciones a las que someten a este hombre. Del desprecio y el aprovechamiento del director para enriquecerse a costa de las imperfecciones que caracterizan a estas personas, infravalorándolas y dejándolas en rídiculo para disfrute del cínico público.

Contraponiéndose a este triste circo se nos presenta el Circo de la Mariposa, dirigido por Méndez, el hombre que se atreve a acercarse a Will y decirle lo magnífico que es.


Will, huye refugiándose en una camioneta de este circo. Él quiere unirse a ellos para seguir mostrándose como una curiosidad, como ha hecho hasta ahora, porque tiene asumido que es lo único para lo que sirve.

Méndez le explica que los integrantes de su circo pertenecen a él porque tienen cualidades que mostrar, no imperfecciones. Su circo es diferente.

Así pues Will contempla al hombre contorsionista, a la reina del aire, el hombre más forzudo, el que escupe fuego; Poppy, el anciano trapecista... y queda maravillado.

Méndez le muestra entonces cómo cada uno de sus artistas han tenido que superar situaciones díficiles, pero cómo al recibir una oportunidad de Méndez y esforzándose han podido explotar sus cualidades personales de forma artística.

Le anima ante su mayor dificultad física a trazar una lucha mayor, porque así más glorioso será el resultado.

De esta forma Will, motivado, busca su talento, y lo encuentra mientras todos están disfrutando de un baño en el río. Descubre, gracias al esfuerzo que le obligan a realizar dejándole solo, que puede nadar.

Will entonces desarrolla su propio número, mostrando sus capacidades y sintiendo el reconocimiento del público por ello. Se siente útil, valorado, no como en el anterior circo al que pertenecía. Incluso motiva a los expectadores a superarse, como el niño cojo que se acerca a saludarlo al final del espectáculo.

Se trata pues de una historia en la que se ensalza la dignidad humana, se reconocen los talentos que poseemos, al tiempo que se anima al esfuerzo por desarrollarlos, para sentirnos útiles, felices, y al mismo tiempo aportar algo a los que nos rodean, destacando por encima de todo el repeto a todo ser humano.

1 comentario:

  1. Esa una historia muy bonita.Yo vi esta cortemetraje porque me lo pidieron de tarea y me gusto mucho, esta historia te hace pensar y buscar en tu corazon que en la vida uno tiene que esforzarse y escuchar lo que tu piensas de ti no lo que los demas piensa.Ve la forma positiva de la vida y no dejes que te maltraten o te hagan sentir mal.

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